Con un emotivo acto de reflexión, escucha y participación, la Gobernación del Valle del Cauca conmemoró el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, reiterando su compromiso con más de 600 mil personas afectadas por la violencia en el departamento.
La jornada, concebida como un espacio para el diálogo y la construcción colectiva, permitió visibilizar las historias de quienes han sufrido los embates del conflicto, apostando por la memoria como punto de partida para transformar realidades y avanzar hacia la reconciliación.
“Desde el Valle del Cauca no solo hemos activado espacios de conmemoración, sino que existe un compromiso firme con la atención integral a las víctimas. Todos los programas estratégicos y transversales de la Gobernación incorporan un enfoque diferencial para esta población”, señaló María Camila Mantilla, secretaria de Paz Territorial, durante la apertura del evento.
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La funcionaria destacó que el gobierno departamental ha integrado a la población víctima en diversas iniciativas institucionales, entre ellas DigiCampus, Vallemplea, programación de software, ValleINN+, además del apoyo con ayudas humanitarias destinadas a mitigar las condiciones de vulnerabilidad causadas por el desplazamiento forzado.
Maricella Valencia, coordinadora de la Mesa Departamental de Participación de Víctimas, subrayó la voluntad política de la actual administración: “En el Valle del Cauca debemos destacar la disposición de la señora Gobernadora y las acciones que, desde sus distintas dependencias, se despliegan para dar cumplimiento efectivo a la Ley 1448 y a la política pública de víctimas”.
A su turno, Rosiris Ángulo Herrera, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle del Cauca, valoró el papel fundamental de los sobrevivientes en los procesos de construcción de paz: “El poder transformador de las voces de las víctimas ha sido clave en la implementación de políticas públicas. Escucharlas es dignificarlas, repararlas y reconocer su invaluable aporte”.
El acto reafirmó la necesidad de mantener viva la memoria histórica como un ejercicio de justicia y un camino hacia la no repetición, fortaleciendo el compromiso institucional y social con la paz territorial.